Los Geronto Raptors, un equipo que en Allen nació para hacer historia

En un mismo espacio y conviven vecinos «no tan jóvenes» y adultos, que encontraron en el básquet el deporte ideal para fortalecer la idea de grupo y crecer juntos.

Un rectángulo, dos aros, decenas de almas sudando por pasión  y la idea romántica de que para intentar volcarla sólo se necesita sentir la libertad en cada pique. Ni medir dos metros, ni tener un físico privilegiado, ni ser un globetrotter.

El Polideportivo Municipal es cada martes y jueves por la noche, el templo del baloncesto para un grupo de jóvenes, no tan jóvenes y adultos, que se reúne para mover un poco el cuerpo, divertirse, encestarla y de tanto en tanto brillar con alguna jugada cuasi mágica.  

El grupo se autodenominó “Geronto Raptors”y aunque el baloncesto es lo que convocó a cada uno de sus integrantes, en el camino surgieron matices que hablan de grandes resultados: el compañerismo y la amistad que se generó, la posibilidad de pertenecer  y experimentar ese orgullo tan especial de grupo, proyectar otras actividades y crecer de manera colectiva, traspasando la frontera de lo deportivo.  

Gerardo del Brío, “Gery”, como muchos lo conocen en Allen, fue el que dio el paso inicial para conformar el grupo. Casi terminando la cuarentena él quería jugar al básquet y no encontró un espacio de formación que contenga a no tan jóvenes y adultos.  Se le ocurrió ir al Polideportivo a preguntar si había básquet  y desde el municipio le plantearon la posibilidad de que si lograba reunir un grupo de 20 personas y presentaba un proyecto, tal vez se podía evaluar un espacio semanal para ir “a tirar al aro”.

“Después de presentar el proyecto y otros documentos, se nos abrieron las puertas del Poli. Y por el aforo íbamos 10 un martes y 10 el jueves. Llamé a amigos, fuimos invitando a más gente y se armó al grupo. Al mes ya teníamos pecheras, nuestra propia pelota y el municipio, que entendiendo cuál era el objetivo de ese espacio, nos puso un profesor”, conto  “Gery”.

El boca a boca de que en el Poli había básquet, hizo que muchos jóvenes se acercaran para practicar la disciplina. En un momento la diferencia de edades y la gran cantidad de jugadores,   llevó a pensar en un horario más tarde para los no tan jóvenes y adultos, que más que la formación deportiva  buscaban el espacio para recrearse.   

“Un día llegamos al Poli y había más pibes que nosotros, los viejos. Entonces nos mudamos de horario,  dejándoles el recurso del profesor para el bloque joven. Y fue justo ese día cuando dijimos bueno, necesitamos un nombre, y surgió el de los “Geronto Raptors”, recordó.

En ese desprendimiento de edades, los Gerontos siguieron acompañando al grupo más joven. Se organizó una liga municipal con una clínica deportiva para que todos puedan participar, con equipos que llegaron de ciudades vecinas. También en todo este tiempo los Geronto Raptors reunieron fondos para comprar las camisetas del grupo, se encargaron de reparar los aros del polideportivo y de realizar otras acciones de mantenimiento, organizaron encuentros amistosos con otros equipos de la zona para  jugar básquet y fortalecer los lazos de compañerismo.

El último encuentro de los Geronto en un amistoso contra Bochofilos.

“Lo maravilloso de los Raptors es que pudimos construir un relato en el que hay elementos en juego, algunos inaugurales, que es que convivan jugadores que fueron profesionales, que han jugado ligas, torneos nacionales de acenso y fueron figuras en sus clubes, con un tipo como yo que hace 14 meses que juego al básquet. Y que me da mucho miedo y pudor quedar solo frente al aro porque sé que la voy a errar.  Conviven petisos, altos, gordos y flacos,  tipos que nunca jugaron al básquet, jugadores profesionales, uno que una vez la picó hace 20 años y dejó. Conviven vecinos, buena gente. Creo que la única condición es entender eso. El que jugó profesionalmente encontró un lugar de disfrute, de devolución al deporte y de enseñarle al que no sabe. Y el que no sabe disfruta de eso, aprendiendo.  Son dos paradigmas muy interesantes, cuando todo se junta”, agregó.

Recientemente los Geronto Raptors organizaron una gran venta de locro y una parte de ese exquisito banquete, lo ofrecieron a la comunidad como una atención, en un stand que el grupo armó en los festejos por el aniversario de Allen. “El primer día ya se vivía un clima de solidaridad y compañerismo pero se fue construyendo y cada uno aporta desde lo que puede. A todos nos pasó que hace un año y medio estábamos encerrados en nuestras casas mirando tele y engordando y hoy, los martes y jueves, agarramos un bolso y decimos nos vamos a entrenar, que es la mejor frase.  Estar en ese lugar emocional, nos hace pensar que tenemos que devolverle algo a poder estar juntos. Por eso se genera ese espíritu de solidaridad, de entender por qué vamos y agradecerlo”, reflexionó “Gery”.

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